jueves, 16 de agosto de 2012


Aubade es el regalo del jueves. Es una manera de festejar y de disfrutar algo que Carlos O´Connor, un artista plástico, un profesor, un tipo...un Tipo le acerca a muchos lo necesario como para darnos cuenta de que el jueves, como día de mierda que es, puede salir mejor.



Publicado desde el espacio de "jueves de dibujitos para grandes" que Carlos confía a sus "amigáceos", así definidos por el artista se encuentran los 25 cortos, incluído el del día de la fecha, dando vueltas semanalmente cayendo los jueves, entre la mañana, la tarde...  El día de hoy llega sorpresivamente ya caída la noche una actualización de las movidas del bloque de los cortos en su base madre facebook: 

"Tarde pero seguro llega finalmente este "25 JUEVES DE DIBUJITOS PARA GRANDES".
Llegamos a las bodas de plata!!
O a las bolas de plata??
Y no sé si recuerdan que este humilde ciclo fue gestado como contrapartida de que los jueves son un día horrendo.
Sinceramente debo decir que, en ese sentido, para mi funciona a las mil maravillas.
Cada jueves tengo la alegría de ocuparme de esto, de compartir mis fascinaciones, y he tenido la suerte de enterarme de que muchos de los Amigaceos esperan mis cortitos, algunos de mis alumnos los espían de mi muro (porque no pueden ver más que eso, no los tengo en contactos) y realmente me alegra saber que esto termina sirviendo para acercarme a tantos que no veo a menudo, y para acercarme a mi a algunas sensaciones dormidas y a algunos recuerdos por allí guardados. Inclusive, alguna de las cosas aquí escritas; han servido de inspiración para tal o cual cosa a este o aquel. Mirá vos que sorprendente...
Debo decir también que me gustaría agradecer a esos que con sus comentarios y seguimiento dichoso han hecho que me parezca que vale la pena continuar con esta sana costumbre de los jueves, a Griselda, Karina, Hector, Gonzalo, Juan, Lucía, Ludmila, Esteban, Federico, Joaquín, etc. etc. etc.
Acá les dejo entonces, como cada jueves desde hace 6 meses, uno de esos cortitos que me gustan a mi; una de esas historias simples, sencillas, bonitas e imposibles, que acaso sirven para reparar almitas, como quien pudiera repara pajaritos.
Abrazo y que lo disfruten!
"


Lo único para objetar es una gratitud por inciar el hábito de tener en el quinto día de la semana una locura por unos minutos de visiones del mundo de autores de todo el mundo plasmada en un cortometraje.

domingo, 24 de junio de 2012


Aburrimiento


Me miraban desde lo alto con aire despectivo, a la vez despreocupado. Tal poco locuaz, tal vez una suma de vulgaridad, pero me importaba un carajo cómo y qué significaron tanto para mí. Ver rostros ajenos pero tan propios se volvía desinteresado de mi parte.
            Saber lo fácil que me resulta reemplazarlos propagaba la ponzoña de mis venas que hacía de mi nómada vida algo cierto en sus cabezas.
            Los ojos aparentaban ese curiosismo tan propio y tan sobreprotegido , el cual me movió hasta dónde estaba ahora pero con cierta paz… o tal vez no era necesario averiguar, tal vez no se necesitaba detallar que tipo empático u hostil emocional reflejaban sobre mi, o sobre mi cuerpo, o sobre sus propios rostros. El saber que había algo mío entre ellos me hacía cada vez mas vulgar, cada vez menos yo, o cada vez mas ellos. Era estar ahí por el pleno morbo que parecía dibujarse en sus sonrisas: comisuras pequeñas que no podrían abrirse demasiado pero un distintivo de brillo podría verse ante la gracia que les propinaba mi prescencia.
            Por mi cuerpo se levantaba una carrera errática pero segura por parte del frío odio que llegó desde la espalda, no podía empatizar ninguna de sus felicidades. “¡déjenme en paz malditas bestias!” les he gritado mas de una vez, a la espera de una reacción, otra que intercambie la incomodidad que hacían mas insoportable a cada segundo por cualquier otro aspecto perceptible… cualquiera sea.
            Alguien encendió las luces.
            Alguien las apagó.
            Aprecié como miles de cuerpos yacían sobre mi cuerpo cadavérico al borde de la muerte viendo también cada rostro y cada figuración permitida haciendo de la vista lo mas provechoso y agradeciendo cada segundo de luz con cada parpadeo innecesario habiéndome arrepentido de la felicidad al oir una puerta abríendose y ver la luz luego de tantas horas y de tanto tiempo miedo  sabiendo ahora que solo estaba mi torso apretujado por la cabeza de alguien a quien he visto pero no recuerdo y por el pecho atlético de otro a quién he desechado de mi memoria por el simple asco que me regalaron al momento de saber que estaba en prescencia de muertos.
            Comencé a toser, a verlo todo con ganas de ser uno de ellos para no padecerlos. Vi como un montón de cuerpos muertos fríos, duros por la fermentación de su propia naturalidad, como todos ellos presionaban mi cuerpo.
            Sorpresivamente sentí punzadas sobre mi estómago y asimismo sobre mi cabeza. Senti el dolor que me proporcionaba haber reconocido todo. Cómo todo tenía su precio, cómo el conocimiento era perjudicial para mí, cómo envidié a la ignorancia.
            Creía imaginarme el dolor que había entre mis entrañas pero me era imposible. Irrumpí en vómito.
           
            -¿Y qué hacía este tipo acá, entre los maniquíes?
            -Definitivamente es un tremendo pelotudo, mirale la cara ¡Que asco ahogarse con él mismo!- Respondió.

martes, 5 de junio de 2012


¿?


 Verse a uno mismo caminando puede darle miedo.
             Esa extraña confusión de intentar ver o acaparar la idea de qué ocurre o ni siquiera eso, estamos confiados en que la única forma de ver alguna parte de nuestro cuerpo fuera de nosotros está en una fotografía o a través de un espejo podemos lograr esa vista “exterior” de nosotros mismos, haciendo una objetivización, tratando al cuerpo como si no fuese nuestro, sinó que nosotros seamos del cuerpo.
            Interminablemente desconcertante pude ver como mis piernas y brazos no eran míos, sinó eran de nadie, o propiedad de ellos mismos… anarquía total que recorría las mil imaginaciones de alguna ficción en especial, recuerdo de mi infancia proyectando las estúpidas imágenes de cortometrajes haciéndonos creer la posibilidad de esto.
            Era terrorífico como verme a mi mismo no me generaba ningún tipo de extrañamiento, o tal vez algo concentraba mis penas y no era verse vestido a uno mismo metros a la distancia en un día de otoño siendo éste un poco mas invernal de la imaginación que cada uno hará sobre el relato. Las hojas de los árboles no volaban, pero si lo hacía el frío nada prometedor que se veía como una herida en la piel de los hombres. Las manos secas y dolidas, los ojos llorando podían estar atentos a cualquier cosa mientras sufrían. Mis manos, sus manos estaban igualmente condicionadas: de uñas cortas y poco suaves en los bordes por el molesto hábito de morderlas cuando se hallan con una mínima variación de la forma… o esa quisquillosidad de ver la falencia en la redondez de las mismas y querer volverlas lo mas parecido a una uniformidad propia del cuerpo. A metros de distancia, un hombre que era yo que sin necesidad de girar conocer mi espalda me hace, nos hace a todos muy interesantemente estúpidos, irónicos y paradójicos al saber que vemos al mundo desde nuestra cabeza, desde la cuenca de nuestros ojos y sin embargo en una imagen sabemos reconocer nuestro cuerpo de espaldas siquiera cuando nunca vemos nuestro cuerpo mas de cuatro o cinco veces al día.
            Reconocernos objetivamente tal vez nos ayude a dilucidar esa manía de saber quién es quien o también quien nos vé como qué. “Esto soy yo” y me enseñé lo poco atractivo que me encuentro.
            El verme a mi mismo canceló traumas pasados y generó ascos nuevos. Saber que la estética nos condiciona a saber los estándares para conocer las nóminas que la gente considera bellas o no… Me dio mas rechazo al mundo todavía.
            Verme de espaldas, dije antes, no era lo único que me invitaba a no dejar de mirar y horrorizarme. Mas allá había un anhelo o tal vez una figura suelta entre el espacio, la bruma y el frío. Y ésta figura deambulaba no queriendo acercarse a él o a mi, o tal vez reconocí eso por las ganas de quedarme a observar y asimismo las opciones de irme de esa incomodidad que nos genera el acercarse al desastre, a la pérdida total.
            La figura se perdía y yo también, o él. Todo volvía a ser una simple mañana arrogante.
            Ser parte de un sueño no es nada grato a mi parecer.





Estupidez

sábado, 2 de junio de 2012


Lola


Lola recae junto a mis piernas y besa suavemente aquel rastro de que estuve afeitándome hoy a la mañana. Sentir sus labios en mi piel conmueve a quien sea. Es imposible no notar como la escena sensual promete tanto cariño y tanto deseo. Es imperdonable poder vivirlo sin pensar en las múltiples ocurrencias de cómo haber muerto para estar agonizando y tratar a esa inocente realidad como un calmante para el dolor que pueda estar sintiéndose. En fin, Lola besaba mi rostro.
            Haría algo mas de la eternidad misma que yo conocía el sabor de sus labios, no era necesario degustarlos para saber que no se trataba de una ficción, de una simple idea de que nos era imposible ser felices a los dos. Lola tenía todo ese placer que alguien podría soñar alguna vez con. Yo era simplemente yo. Lola besaba mi rostro desnudo.
            Sabía ciertamente que sus labios enarbolaban el abuso erótico de la carne disponible en ellos… conocía tan bien como sobresalían sensualmente de la mediocridad a la que todos no aspiran pues la consideran propia del ser. Yo estaba siendo acosado por una boca, creatura divina o exageración de la voluptuosidad. Una linda bailarina con dos comisuras que ocultaban la felicidad propia. Sentir como cada segundo hacía de mi sonrisa más amplia y pronunciada hacían de Lola tal vez una mujer mas feliz todavía.
            Lola besaba mi rostro. Los cuerpos inertes y desnudos mantenían su reposo, no teníamos intención de acercarlos ni un segundo ni un centímetro más. Estaban inertes pues Lola me besaba y tal vez eso era todo lo que necesitábamos. Estaba inertes pues no era necesario sentir mucho mas. Todavía estábamos quietos. Y el silencio hacía que el aire se torne mas cálido o tal vez abusado por la respiración agitaba de ambos. Sentir como su pecho deseaba estallar y el mío respondía igual ante sus caricias y hacer caso omiso a esta señal nos dejaba en plena conciencia de que todo estaba bien y se necesitaban cada vez los inertes cuerpos que yacían bajo las sábanas.


            Desnudos y no mas inertes ahora podrían tenerse, olerse, comerse, sentir la ceguera pero sin embargo darle un paso en falso al simple hecho de avanzar y hacerlo para llegar mas allá, mas allá que nunca antes. Desnudos pero vestidos con la vida como única prenda dedicada a ser testigo de si misma, se encontraban uno sobre el otro, o viceversa sin importar quien era qué… o si un error hacía de ellos uno… o ninguno. Pero sin importarles ninguna de estas ideas sacaron a las ideas de sus cabezas para fomentar otras y mas nuevas en sus vidas. Dejar idealismos de lado y continuar como si se empezara todo nuevamente o si fuese un inicio realmente.
            Veían como las sábanas estallaban bajo el fuego y todo era nada o nada era todo. La oscuridad los recobijaba sin que ellos lo supieran o importase acaso. Lola y su amor estallaban en el sueño profundo nuevamente para seguir viviendo.

viernes, 1 de junio de 2012

La Muerte, una vez más.

Yo estaba Allí, pero aún no lo sabían. No podían verme. Nadie podía hacerlo. No hasta que alguien se dispusiera a abrir la compuerta, la que me separaba de esos devotos del Big Ben.

   Jamás se les ocurriría creer siquiera que el Servivcio Secreto me terminaría arrastrando, cual suicida pakistaní, a las bases británicas, sin ningún resguardo a mis espaldas.
   Logré entrar eliminando a los centinelas, reduciéndolos a pedazos de carne en pleno inicio del proceso de putrefacción.
   Luego de este catárquico accionar, di inicio a mi plan maestro: Volar la base inglesa.
   Esos lamebotas de Tatcher tenían pruebas para incriminarme como infiltrado en la Guerra, pero la agencia requirió a un falsificador profesional increíble, de lo mejor que he visto en mis vastos años como mercenario encubierto.

   Augusto Rodriguez. 48 años. Teniente a cargo del Pelotón de Infantería. Nada mal...
 
   Emprendí mi camino por la base enemiga, ejecutando a quien intentara frenar mi paso. Accedí al sistema de información, dispuesto a secuestrar todo tipo de prueba que sirviera para incriminar al Servicio de Inteligencia inglés, culpándolo de tráfico de influencias.
  Sin embargo, algo reflotaba en mi cabeza... ¿De qué servía todo esto? ¿Se justificaban tantas muertes para lograr la culpabilidad de un servicio secreto?

   Solo el tiempo lo dirá.

   Finalmente, caí en la cuenta de que el Poder y la Gloria significaban para el mundo mucho más que la soberanía de unas islas que estaban en disputa desde hacía siglos.

   Malvinas ya no era el trofeo de guerra. La Codicia, la ambición de Poder constante, el Orgullo, terminaron convirtiéndose en los ideales que comenzaron a hacer del Mundo la presa facil de la humanidad.

Un pitido me despertó.

El contador de la bomba se había iniciado hacía cinco minutos, dándome la misma cantidad de tiempo para escaparme, antes de que todo se reduciera a cenizas...

Decidí quedarme.




Esta historia continuará...
(Frase quemada si las hay)

                                                                                             Funky Hitler.


Gracias Señor Gonzo por darme este espacio. Me siento como en casa. Atentamente, JF.

jueves, 31 de mayo de 2012


Me perviertes hoy
¿O lo harás mañana tal vez?
La innecesaria forma que tienes de apartarte
de mí…
¿O será un viceversa el hecho de la distancia?
Es mejor ya ni deambular en la conciencia muerta,
porque esta muerta.

Ahora te alejas considerablemente.
La refacción de tu ser es mi esperanza…
solo eres de metal.
La carne ha sido depredada por el derredor.
Yo solo he podido rescatar la escoria aferrada al hueso.

Ya no eres mas que algo que hoy existe,
pero mañana no…
y podrán hacerte un poco mas de nada, siento que no serás algo,
cual hojalata vieja, oxidada.
o simplemente aquellos retazos del pasado
que son antipáticos ante los ojos de todos.
Pero ahora es donde lustro el brillo del alma,
introduciéndome en lo mas profundo, y bajando a lo mas hondo
es el mismo amor que unge los cuerpos,
es el mismo deseo de ver las manos las piernas entrelazadas,
y los cabellos danzantes a un compás que ya no existe
porque los oídos se volvieron ciegos de gustos opacos y lisos.

Cantan Rapsodas disfrazados en frívolos seres humanos

Lloran sin sal, las flores del infierno
Dios nos dió el abismo de un paraíso

Amarillas pasiones
en guardia sacra
la sangre se seca
tu carne su muere

Ana y su amor en anacrusa
llegada absurda
mirada de soslayo.
Las palabras nacen de los labios
amores de cáncer
de padres impacientes
hijos ciegos trasnparentes.



Ana y su amor en anacrusa
Gonzalo Cichero

miércoles, 23 de mayo de 2012


La admiración y la envidia (Parte Envidia)

Quien oculta algo, simplemente lo hace y continúa hasta pasar inadvertido de su falseamiento. O caso contrario de ser descubierto por alguien ligeramente mas ingenioso que éste, pero aún así continuará falseando la verdadera naturaleza de su velo y las causalidades de éste. Siéndome franco, nunca me ha gustado ser objeto de la satisfacción de nadie, si ser un objeto de estudio, uno minusuoso y tan enfermamente trabajado que sea imposible no darle un crédito final ni aunque mi condición humana sea irrevocablemente embarazosa.
         El desear algo concurre en el hecho de ver nuestra propia miseria e inventarnos en una oclusión, de allí carcomemos nuestras ganas y disponibilidades, nuestras suertes y virtudes. Todo lo competente a diversas miradas exteriores se pone en una misma olla, se hierve y se vé con la carne desnuda, cual de nuestras personificadas cualidades nos sirve. Lo demás se desecha, cual hueso de pollo.
         El vernos como partícipes del deseo nos explica que somos débiles. Un mundo rodeando nuestros ojos advierte esa necesidad de diversidad, esa a la cual no accedemos por el solo hecho de ser absolutos y exactos, y no poder ser y estar siendo al mismo tiempo. Nos abruma la imposibilidad de ser mas que solo nosotros. Nos encanta el solo hecho de poseer algo más por la propia naturaleza humana y por cómo hemos aprendido de las apariencias. La envidia es pues un camino disimulado de la admiración y el deseo. Sin mas palabras por respeto al lector y a su mísera situación humana, tengo la condena de que uno es asquerosamente envidioso si desea y admira y si solo admira es envidioso y si también desea es envidioso y si es envidioso: Es humano.
Y la verdad, no hay de qué avergonzarse, si no es algo que le falte o sobre, o necesite ir a buscar para ser feliz o no serlo, está en todo hombre la capacidad de necesitar. Está en todo su derecho a ser simplemente débil y complaciente con esas cosas que no tiene.
“¡Una mugre junta porquerías!”
“A mucha honra” le contestó un ciego al destino.

Socialmente quien envidia lo oculta, teme de su valor como persona, allí es donde sus valores son replanteados por su entorno. Al igual que la admiración, aquel dejo de envidia pequeño que se extravía en las líneas confusas y la metamorfosis con el deseo y el acercamiento lo hacen todo tan siniestramente delicioso. Es imposible ejercer un divorcio entre la admiración y la envidia, no hay lo primero sin lo segundo ¿se puede argumentar contra una verdad que el propio ser humano tratará de tapar con todo su ser? No, imposible.

domingo, 20 de mayo de 2012


La admiración y la envidia ( parte primera )



            Descubrieron así un millón de llamados emergentes, pero no les interesaba, ninguno sabía en qué nos habíamos sumido, el estar dependientes de un soporte tan vil lo deshumanizaba, pero él me conocía a mi y yo lo conocía a él… era algo tan interesante que no dependía del tiempo, sinó del espacio. Y esto no era una dificultad no mas.
            La admiración y la envidia son pareja, simplemente así de sencillo y cierto, y tal vez absolutamente irrefutable.
            Si nos encontramos con el amor decidido hacia un ser o algo es pues somos simples reflejos de eso que él no tiene, sinó..¿Para qué tener algo igual? Somos totalmente descartables. El hecho de necesitar al otro o necesitar la compañía reincide humanamente en la necesidad de algo. Todos creamos nuestros propios sentimientos, ¡Es más! Nos educamos susceptiblemente, amaestramos nuestras formas de percibir, decidimos cuando comenzar a llorar o cuándo reir, decidimos el momento exacto en el cual podemos abandonar un ser por un objeto, o por otros motivos racionalmente válidos. Somos totalmente concientes de que, emocionalmente como seres humanos, hemos de educar a nuestra preferencia y conveniencia a esa maquinita que tenemos bajo el cabello por el sumo control de nuestra reacción y emoción ante cualquier agente social. A fin de cuentas no hay nada mas cierto que nosotros mismos habremos educado qué hace quién en nuestro cuerpo. Envidiar no es solo un acto de necesitar algo que el otro tiene, sinó es la pareja amada de la admiración. Hay un momento determinado en el cual existirá (pues sucede con todo ser racionalmente estable) un dejo de apacigüedad y la abstinencia de ser alguien con una meta se desvanece, las medidas tomadas por nosotros mismos se desvanecen y lo único que nos queda es espiar el modelo de vida que cada uno desea llevar. Admirar es entonces la forma en que un momento de debilidad lleva a congeniar aspectos impropios como anhelados, o potencialmente adquiridos. Admirar no es mas que eso… DESEAR y ver en carne ajena la piel mutante o mas aspectos y dejar que el cariño se confunda con la necesidad de ser y estar… y que las ganas se transformen en una permeabilidad confundiéndose la socialidad con la racionalidad. Es ahí donde no nos cabe la menor duda de que alguien es admirado cuando se preparan los agentes sociales como una Excusa para generar una cercanía a eso que tanto se desea, y se tenga un contacto con eso tan anhelado, y que se acopie o no; que se absorba esa particularidad del otro que uno mismo desea... eso es todo el proceso admirador. Eso es desear algo que otro tiene y confundirlo con el “amor” con la “cercanía”.
            

viernes, 18 de mayo de 2012


Vimos toda nuestra vida como ella misma se deshacía. Mas de uno sufre en función de lo que vive, y la miseria es objeto de los sucesos como un método de compasión. El vivir debería ser la máxima esplendoría del cuerpo y de la mente. Sin embargo no.
            El jugar a estar atrapado en un espacio y contener emociones adentro solo es un juego. Todo aquel con quien lo juegues comenzará por las irrelevancias que se hacen dudas por el solo hecho de existir cosas tangibles. Cualquier niño comenzará con ¿Dónde? Al igual que cualquier ser con capacidades de No entender. Creer por encima de los detalles es casi una falencia natural, viéndose humanamente, capital desde la fé, y tal vez algo muy malvado que uno mismo quiere descartar aún no sabiendolo hacer de otra manera mas que seguir preguntando incoherencias por miniaturas.
            Estar acechado de las miles de emociones en la esclavitud del frío del piso es mucho mas que un simple derroche de una escritura larga y completa que se transforma por los ojos ciegos a “un hombre en el suelo, pensando”. Uno intenta, realiza ese esfuerzo de hacer entender al otro conmigo. Nos es imposible. Nadie resultó interesarse en saber como un automóvil se mueve, sinó en saber que llegará temprano en un destino certero. Se preocupan mas de lo justo, mas de lo humanamente permitido en las certezas, en las plásticas seguridades que hacen de unos pies sobre tierra lo mas firme que existe: vemos nuestros piés desde prematuros tiempos intrauterinos y conocemos la tierra que hoy despojamos bajo el cemento y ayer fue labrada para nuestra comida.
            Nos hemos desprendido de esa sensación de investigación, nos deshicimos de los problemas y de toda ambigüedad que todo esto nos genera, cualquier desazón que contradiga la orden de no pensar es algo que daremos por sentado como inoportuno o simplemente algo que no es para nosotros.
            No excuso a nadie con premisas basadas en educación moderna. Nadie merece el perdón ni el castigo de otro par, las cosas existen y las necesidad de saber que un hombre está tirado en el piso es suficiente como para saber lo mínimo indispensable de este señor, burlarnos de su condición (pués nos han enseñado modelos de hombres de pié) y dejar su cruda vida en un pasado invinculable con nuestros próximos cinco minutos.
            El hombre puede caer al suelo, puede dormitar sobre la cama o sobre el veneno ¿A quién le interesa saber de un ser humano que se despedaza en carne y hueso; alma y mente? Ellos solo quieren ver un par de piernas, otro de manos, y una cabeza con pelo suficiente ( a gusto del lector) y por suficiente me refiero a un pelo extremadamente corto, de grandes entradas, como para connotar una educación media y un trabajo que describa económicamente los pocos frutos que dio el contexto en el que éste señor se criaba.
            A quién le interesará…
            De nada vale un libro leído, si éste no relata cómo un hombre sucede dentro de un pozo y comienza a volar, y desplega sus piernas del piso, y las paredes ya no son límites, sinó que el límite está dado por una cuestión que transfiere al ser al mas allá de su capacidad de ver las cosas y siendo él y antes y después y todo conjunto. Y ahora nada. Ahora el ser vuela.
            Quién sabe leer sabe hablar pues hablar nos condena a la diversidad. Saber hablar es justamente saber escribir, pues no se hace algo para uno, sinó que se hace algo para muchos. Tal vez nadie leyó de un hombre enterrado bajo tierra con la única esperanza de ver a su padre muerto y recordar su sufrimiento, pero yo he hablado antes y créanme que saber hablar inculca saber leer.
           

Que tan difícil resulta todo si necesitamos pies firmes y reales para contentarnos nomás. Hablar es saber que nada es real, pues cada uno hace su mundo

Ya había empezado a gritar incoherencias (siempre gritaba incoherencias), cuando salió de pronto su hijo de la ´pieza (siempre salía de la pieza cuando gritaba incoherencias) y sin demorar mas tomó un vaso de agua (También lo repetía reiteradamente) y se lo entregó a la madre (siempre se lo entregaba a la madre) pero esta vez la rutina cambió (como siempre cambiaba) y corriendo fue a buscar algo al garaje (Algo que …. ¡Siempre buscaba!).
   Ahora el marido, que estaba trabajando (siempre trabajaba)soltó su té de rosas (como siempre lo soltaba) y manchándose su camisa (siempre la manchaba) dejó un colorado pigmento en la tela parecido a un par de labios (como siempre pasaba) y enojado abrió la puerta de su oficina (como ocurría todos los días) y bajaba a la calle para caminar hasta su casa (como siempre caminaba).
  Cuando llegó a su casa (como siempre llegaba) fue al garaje y dejó en un cesto la camisa (siempre la dejaba) y al besar a su esposa (siempre la besaba) caminó hacia la pieza de su hijo (como siempre caminaba). Lo saludó (como siempre lo saludaba) y sacó una camisa del placard y retomó su viaje hacia su trabajo (como siempre lo retomaba) […]
    La rutina diaria (fragmento recuperado)




    Desconociéndose el año exacto, este relato pequeñísimo nos muestra de forma tortuosa tal vez un día de vida de una familia aparentemente integrada por tres personas, una madre, un padre y un hijo.
    De carácter semi biográfico el autor recreaen papel inconcientemente esta tragedia familiar, que con el tiempo se dá un desatino.
Desgraciadamente no se recuperó el total de la misma de un torrencial de lluvia que se asume del mismo año de la creación de "La rutina diaria", el papel que reza lo ariba expuesto e ilegibles símbolos deshechos por el tiempo y el poco cuidado posa como ÚNICO ejemplo y prueba de la escritura propia de su autor por aquellos aires del dos mil ocho tal vez. De muchas creaciones, solo ésta sobrevive en sus manos, las demás fueron obsequiadas de forma desinteresada a compañeros de clase, profesores como asimismo también han de culminado incineradas.


lunes, 7 de mayo de 2012


Pudieron hablar con la cabeza entera, pero decidieron dejar su mente vacía y su boca llena.
Nacen necios pues su imagen no depende de sus propios ojos, sinó de los oídos ajenos, y las efímeras sombras huecas que los oyentes hacen nacer.
Las personalidades son espacios ciegos y los oídos tienden a morir por la mudeza propia.
El hecho de escuchar para luego leer se hace imposible, entonces ser ciego es una definición parcial de la audición, pero ésta está sorda y no nos comprendemos a nosotros mismos y nos perdemos de hacer algo que nos encanta cuando al mismo tiempo no tratamos de definirnos, sinó de ser agradables. Agraviante.
Nuestra cabeza fué profanada, ya lo dijo Sarmiento “las ideas no se destruyen, pero se roban”. Y ser viejo y ser parte de una mentira nos hace importantes. Y ser parte de la historia nos hace mas ilustres, cuando los iluminados caen en las sombras de la ignorancia.
O Tal vez éstos ilustres cambien el sentido de su ser, debido a una ambigüedad propia del ser humano. Poco estamos cerca de definir al bien del mal y tratamos de ver a las cosas mediante adjetivos, falencias o victorias y orgullos. Pero en fin, este ser humano pensaba bien: nos estamos robando a nosotros mismos. El hecho de querer llegar a algo mejor nos impide avanzar hacia ello. Es consecuencia del desarrollo y el egoísmo el necesitar evolucionar en base a otra idea, otra mente tal vez mas rápida que llegue a ser motivo de inspiración por el grado de envidia que produce el éxito.
Puedo hablar con la boca llena, pero solo son desechos o migas, No hay congruencia en las ideas y los hechos allá fuera y tampoco lo habrá aquí dentro.
Por un lado hay miles de mentes que prefieren darse a conocer como exageradamente propias y poseedoras de razonamientos y relaciones interesantemente estrafalarias para darse el gusto de ser seres de renombre y así obtener los lujos propios de la sociedad que son una nómina propia, indiscutible, fija y lo mas interesante de todo: estable. La exactitud la buscamos todos, desde tiempos remotos necesitamos a un Dios para deliberar frente a él la lógica existencial y sus derivados; el origen del todo y asimismo el origen del mismo Dios. Pero los seres humanos tienden a temer y esto refleja la desesperación a dejar de ser, y un nombre les es suficiente ¡ME DOY PENA!

viernes, 4 de mayo de 2012


EL GROSO


Cuando el GROSO compra galletitas Variedad, le vienen todos pepitos y mini melba. 


El GROSO no se queja si la noche no es larga y tampoco se deja si el tinto se acabó. 


El GROSO le regaló su navaja suiza a McGiver, total el se las arregla perfectamente con un alfiler de gancho y un escarbadientes. 


El GROSO juega a la Ruleta Rusa con el arma totalmente cargada. Y gana. 


El GROSO encuentra la revista 'Muy interesante' muy poco interesante. 


El GROSO compra fernet Capri y le queda como si fuera Branca. 


Cuando Jesús en la montaña multiplicó los panes, el GROSO le dijo: 'Dejá flaco, traje facturas'. 


Batman tiene un pijama del GROSO. 


El GROSO culpó a la noche, culpó a la playa, y culpó a la lluvia. 


El GROSO es el único que cuando quiere celeste no le cuesta. Simplemente mezcla azul y blanco. 


Si la montaña no va a Mahoma, el GROSO se la empuja. 


Al GROSO siempre le funciona el 'Abra aquí' de las galletitas. 


Cuando las ovejas no pueden dormir se ponen a contar GROSOS. 


Cuando Dios dijo: 'Hágase la luz', el GROSO ya estaba jugando a la Play 2. 


El GROSO puso de moda las remeras A+ pero no las usa porque dice que son de careta. 


GROSO x manzana / Dios = manzana, porque GROSO y Dios se simplifican. 
Jesús nació en el 1993A.G. 


El GROSO compra todo lo que Mastercard no puede. 


Mientras vos expías tus culpas y pecados en el Purgatorio, el GROSO entra en musculosa y calzones, agarra una cerveza de la heladera, y vuelve a su cuarto a ver tele. 


El GROSO le cobra la renta al Señor Barriga. 


El primer día Dios hizo la luz, y vio que era bueno. El segundo día hizo al GROSO, y se dijo a si mismo 'me zarpé'. 


El GROSO si quiere te quita lo bailado. 


Cuando el GROSO elimina un archivo, la computadora nunca le pregunta si está seguro. 


El GROSO puede escribir los versos más tristes esta noche. 


El GROSO no sólo dividió las aguas, sino que también les sacó raíz cuadrada y está evaluando la posibilidad de elevarlas al cubo. 


La MATRIX es un programa que hizo el GROSO en 5 minutos con el turbo Pascal 
para pasar el rato. 


El GROSO puede estornudar con los ojos abiertos. 


Alrededor del GROSO hay señal Wi-Fi. 



Si ya llegaste a los 150 contactos en el MSN, igual podés agregar al GROSO. 


El GROSO amó a Laura y no esperó hasta el matrimonio. 


El GROSO un día le dijo a Martin Luther King: 'Che boludo, no sabés el sueño que tuve anoche!' 


Si el GROSO se va a Sevilla, no sólo conserva su silla, sino que cuando vuelve tiene también un banquito y una reposera. 


Cuando el GROSO juega al metegol, mete los goles de rabona y tira caños. 


Al GROSO no se le rayan los CDs, solo se le remixan. 


Si argentina queda afuera en el mundial, el GROSO se gana un plasma. 


En realidad la guitarra es del GROSO, sólo que se la presta a Lolo. 


James Bond no tiene licencia para matar al GROSO. 


Jehová es testigo del GROSO. 


Ticketek llamó al GROSO para venderle entradas de U2 y Sabina. Él los hizo aguardar 2 horas en línea. 


El GROSO hizo un pacto con el Diablo. Ahora Lucifer está hasta las pelotas. 


El GROSO invita a almorzar a Mirtha Legrand. 


El GROSO sabe distinguir entre 'Tire' y 'Empuje'. 


El GROSO tiene un profundo respeto por las empanadas que bailan en la calle. 


No existen las lesbianas, sólo mujeres que nunca conocieron al GROSO. 


El GROSO es tan GROSO que de chico cuando decía 'basta para mí' era 'basta para todos'. 


Están estudiando aplicar un nuevo método de calificación en las escuelas: Mal - Regular - Bien - Muy Bien - Excelente - GROSO. 


El GROSO no presta atención, la regala. 


El GROSO puso dólares, y recibió dólares. 


El GROSO es válido también en Córdoba y Mendoza. 


El GROSO es sujeto y predicado al mismo tiempo. 


El GROSO sabe, pero no contesta. 


Cuando el GROSO deja una mina le dice: 'No soy yo, sos vos.' 


El GROSO se merece el jugo Tang que le da Jaime. 


Si el GROSO mira la cinta de 'La llamada', a los siete días se muere la nena del pozo. 


El GROSO no está a la derecha de Dios Padre, él se sienta a upa. 


Los noteros de CQC esquivan al GROSO por miedo a que los deje en ridículo.

domingo, 29 de abril de 2012

Señales


Alegó contra mi cordura y de soslayo obtuvo un ademán, cínico por su proceder.
Y eran las siete y media y ese día poco habría dormido… pero ya no recuerdo, últimamente duermo poco y olvido demasiado. Escucho mucho de algunos, susurro poco de todos pués me oyen como yo a ellos. A veces en la ducha, donde uno puede interpretar una tina honda hasta la mitad para sumergir el cuerpo lleno de impurezas del día anterior, aquellas que no se quitan con solo el higienizarse mediante métodos modernos y aprobados por aquellos doctores nerviosos de anteojos inmensurables en un cráneo común y corriente. El agua oficia en un abrir y cerrar de ojos de un mar que deja descansar todas nuestras penas. Asimismo nos relamemos de ganas de hablar con nosotros mismos, o con una entidad presente  (pues siempre me oyen) A fin de cuentas podrían haberse tomado la molestia de ejercer el impetuoso acto de espiarme a través de la puerta, y no escucharme por doquier, como acostumbraban ¡MONSTRUOS!
Hace ya meses que no oigo, junto con el chapotear de alguna gota despavorida y desprolija, mi voz. Evito intentar hacer oídos sordos al tiempo en que la ligera esperanza de saber que está mal todo lo que sucede. Ya no comprendo el todo, sinó que existe algo mas fuerte que mi persona todavía quizá… que … tal vez sea la única dueña de mi conciencia.
Eso significa que en caso de incinerar estas letras aún existirán todas las emociones aqui plasmadas.
Y alguien las sabrá.
Ricardo.
Mi nombre es Pablo, y al igual que mi cuerpo, poco importan estas presentaciones formales a las que nadie de ahora en más hará caso. Una persona en mi condición nunca volverá a ser siquiera requerida por su denominación de pila… En caso de ser requerido un “mamá” “papá” “tío” con eso es suficiente, ya no nos queda mucho.
Mis compañeros saben que el único futuro, si es que lo existe, es aquel que les permite sobrevivir y nada mas. Ellos comprenden lo poco que me importa la pierna herida del cuerpo de  Pablo, o el codo que ahora es la extremidad derecha superior de mi cuerpo.
Sin embargo hablo de gente que me escucha como yo a ellos; de Seres que invoco para obtener sabiduría o paciencia; dialogo con seres de carne y hueso.
Sin embargo sigo solo.
Dolido.
Sasasssass.
De noche uno no puede mirar al techo pues no imagina que clase de estrafalaria criatura puede estar acechando a nuestra serenidad. Siniestro. Podríamos estar convencidos de que nuestro cuello desnudo por el excesivo calor ha de estar seguro mientras desenfrenadamente evitamos mirar hacia arriba, cuando comprendemos lo Siniestro que puede resultar la inseguridad de estar avalados por el miedo solo para no querer subir la mirada y comprender que, junto con la puerta cerrada y una tonelada de obstáculos en cada habitación, no hay un escape de esa criatura que nos viene escuchando desde hace tanto.
Ahora resulta imposible recurrir a la idea de que esto es una mera sugestión ¡Si me viene persiguiendo desde hace años, buscándome en los momentos mas vergonzosos, mas aterradores y mas desgarradores tales como para no poder salir de una sala llena de caminos sin salida y saber que tomar cualquier decisión daría por resultado final un encuentro único y desfavorable con este oyente eterno que cada uno porta y que sabemos que existe y hay uno para cada uno!

Yo sigo solo, mientras trato de oír a la espantosa criatura que me acecha pegada al techo. Con sus mandíbulas ya dispuestas a desgarrar la carne y concebir un festín congraciado de un baño de sangre que alborotará a toda la comunidad, sabiendo ellos mismos que corren el mismo peligro que yo.
Cuando esta bestia tenga la voluntad de comenzar la hemorragia todo habrá cesado y no habrán mas susurros de los necesarios para que sepan cuando deben mirar hacia al techo y saber que dormir con una sábana no será suficiente para que algo los arrastre debajo de la cama.


El viejo, anteojos, light



Era como un sueño injusto, donde las cosas al no lograr ser, no podían originarnos esa ambigüedad impropia pero adoptada… ya se estaba corriendo el todo y en este impreciso instante eterno la vida se hizo ceniza… ¡si! así de incalculable como incontable.
Entonces ya la IDA era simplemente un minuto, que ahora se repartía entre los todos y tantos segundos que, zarandeando vueltas sobre mi derredor cual erótico paisaje, estos se predisponían a darme  muerte en un paso tan imperfecto.
Esperas soluciones, algo que calme la angustia de no saber quien soy ni de donde provengo... sé que tienes ahora ganas de evadir el hábito de la lectura y reemplazarlo por otro estúpido y efímero pasatiempo.
Déjame morir si así lo deseas, y si no lo deseas tambien, pues verás que yo solo soy vida en el muerto papel en el que tu has decidido guardarme, así como otras vidas que has matado, o muertes que no dejaste vivir… o seres que no dejaste soñar… o sueños que has dejado ir y nunca mas has de preocuparte por ellos, o tal vez todas esas fantasías hoy de terror que te perseguirían de no ser por tu capacidad de sufrir creciendo, podríamos enumerar entonces las cualidades de deshacer la ficción, podríamos entonces describir tus ganas de hacerme desaparecer para desacomplejar tu existencia, de la cual dudas hasta tu mismo.
            He comenzado a sentir el frío, entonces es aquí donde con tu falsa astucia alegas como un inverbe que he de estar muriendo y tu lo has sabido todo este tiempo, si es así mi querido creador, debes arrojarme por la espalda, manteniendo siempre mis extremidades juntas cual parapléjico alguno y desecharme pues nada has desperdiciado tu vida contemplando la nada con tus vacíos ojos, y ni hablar de tu maldito corazón.
Sigo muriendo ¿lo sabes?
¿Qué has estado haciendo tu por mi últimamente?
¡Fanfarrón!
            Blasfemias contra tu alma envenenada, criaturas de mi voluntad apadrinada por el mismo fuego que ahora cegará tu juicio y te dispondrás a mi merced.
            Ahora no hay paso alguno que dar.NI atrás.NI adelante

            Ya no quedan pasos. Y tú te remorderas la conciencia con poco énfasis si te dieras cuenta de que me has hecho nada. Ahora soy tú y tú eres nada.
            Ahora nisiquiera soy Nada.


Gotas y Burbujas


Yo estaba presente. En todo momento fui el único testigo.
Recuerdo que no estaban más allá… esos dos enamorados. Acariciándose, siempre tocándose, todo el tiempo, todo el cuerpo, haciendo de todo, todo.
En fin, mi nombre, el cual no va a ser mencionado a lo largo y a lo ancho del relato, lo lleva uno de los dos enamorados. Tampocó obedeceré a la necesidad que usted tiene de conocer mi género, pues si yo fuese una señorita, estaría anhelando como una solterona una pizca de amor de ese hombre que ahora abrasaba con fervor, pasión y ternura a su amada. Y dicho sea de paso, en caso de ser un varón, estaría dispuesto a toda costa a acariciar esa imagen, y tratar de realizar alguna impunidad, pues… ¿que hace un hombre en una plaza donde toda la ciudad comprende a ese espacio como el sitio exacto para el amor? A los hombres no les interesan los romances, y a las mujeres no les interesan los hombres, pues estos no están hechos para amar damas.
Ahora bien, mi nombre lo llevaba alguno de los dos cuerpos entrometidos el uno con el otro. Tratar de vivir a través de las personas nunca fue sano. Es jugar con emociones ajenas, cuerpos ajenos y es solo diversión, pero asimismo no genera ningún placer comparado al que anhelan las almas perdidas que deben encarnar mentalmente esa situación de amor que viven terceros… tal vez plenos fulanos, tal vez seres tan cercanos, los cuales ayudan a comprender cada sentimiento, cada sensación, cada actuar. Pero dejo mi conciencia incomprendida con una certeza: no tenía, no sentía ninguna necesidad de vivir eso, ni mucho menos. 
Siempre me he cuestionado como cada uno comprende al amor. Como vemos cada faceta, como nos desesperamos por las caricias que nos proporcionan tantas pieles y nosotros solo esperamos un par de manos que realmente pueden tocarnos, mientras que todo lo demás es un etcétera. 
¿habrá amor?
¿qué es el amor?
¿quiénes son el amor?

Ya no importaban: se iban .
Entonces como dos burbujas que viajan juntas se alejaron de mi ser dejándome en perfecta soledad y antipatía nunca volví a ver dos gotas de agua como esos dos.

Gonzalo Julián cichero.

Ensayo predictado número uno





Me pedí a mi mismo el alejarme. Encerrarme en mí y tratar de resolverme saliendo para afuera.
Esto último no tiene sentido cuando en realidad en parte lo es completamente lógico, pues salir para afuera representa una cordura íntegra y una experiencia poco sana que influye al tener que escaparse de la vida misma. A su vez el tratar de divulgar los problemas que acomplejan la felicidad propia se siente nada poco vergonzoso. Siempre he sido reservado. Mis zoquetes nunca han sido vistos por nadie, como así les fué a mis calzoncillos y a toda prenda que cumpla el papel de “interior”, como también pueden responder mis emociones, pocas, congruentes a mis intenciones aparentes, e inteligentes pues nunca he sentido mas de lo que he pensado.
Siempre he sido… siempre he respondido hoscamente ante todo aquel que hacía lo mismo que yo ahora, lo he criticado de tal forma incesable hasta hacerlo caer en la vergüenza pública comprendiendo quien era el que pensaba de manera diferente, siempre he caído tan bajo de tener que verme ególatramente, me odio y eso a la vez es dicotómico a mi cabeza… no quererse a uno mismo le da ese placer morboso tal vez a la hora del egocentrismo que conlleva mirarse a un espejo y asomar los ojos por encima de la palma que cierra todo nexo entre las figuras y los fantasmas de uno hacia la verdad. Carne y pelo, pelo y cebo, y piel. Pero sí. Siempre ducho de la palabra escrita y poco estudiada, sin contar con el abuso de la vulgaridad que ofrece mi inexperiencia académica, en fin y sin modestia, hábil de la verba y de los movimientos que ofrecen el leer y el escribir.
 Siempre he sido así: gustoso de leer algo y dejarme llevar por ese asombroso capricho que ofrecen las intertextualidades, las coincidencias biográficas y las implícitas partes de un todo, como también, debo confesar que mi orgullo es muy grande debido a esto, mi afinidad con la letra impresa o manuscrita, la cual revela la necesidad del intercambio con el ambiente, el espacio… el necesitar un lapso de razón para ahogar (o en los mejores casos desahogar) intenciones como si hablar en nuestra cabeza algo que estamos escribiendo al mismo paso y que nadie leerá sirviese de algo. Confieso que he matado mas de cinco veces, he amado varias y a la vez muy pocas, porque me he quedado viudo mas de una vez… y yodo eso sucedió en lo que yo traté de sacar de mi conciencia con la máxima pureza y discreción posible y ustedes que tal vez lean esto nunca tendrán idea de mi pasado, pues el mismo se dispersa en varias partes. El necesitar escribir tal vez parte de una coacción que tiene el ser humano moderno al sentir esa preocupación propia de sus múltiples actividades desdichadas y sus consecuencias; y a la vez es un producto conjunto de la necesidad de expresarse a un mundo donde no quiere ser leído, pero el mundo no quiere escuchar.
¿Letras mudas para ojos que no escuchan? Con mucho placer y odio a la humanidad misma he de responder que es salvajemente cierto.
Pude apreciar como el transcurso de la vida de cualquiera quiere verse reflejado en la fama, el responder al “ubi sunt” es una preocupación muy constante y el querer ser reconocido con la mínima percepción y aceptación de esto es cada vez mas popular. Todos mínimamente deseamos ese espacio que oculta la inconciencia pública para nosotros, hay en la dinámica social una especie de biblia o tal vez una placa de madera bien lustrada y curada con nuestros nombres, como si fuese necesario aclararlo, el anhelo a este deseo por parte del hombre, estudiante o laborioso es poco diferente. Los niños tratan de crecer mas rápido y allí es donde a temprana edad pueden escribir de amores y de relaciones que van de la mas tierna amistad hasta la mas jugosa carne viva que nos aporta el sexo. Los cuerpos se unen como también se repara esa inconexión adultamente niña. Vemos como los niños sufren por verse callados, pero lo único que hacen al respecto es guardarse sus emociones a través del papel que ellos quieren que vean, pero dicotómicamente a todo el proceso de este fenómeno, ellos quieren ser leídos, quieren ser reconocidos, y a la vez temen por lo que pueda ocurrir en este mecánico juego de deshacío de problemas. El niño juega con fuego y quiere ver su cara en todas partes de lo que hace o hizo y a la vez le dá miedo jugar sin el anonimato que ofrece la palabra en el medio mas útil a la hora del virtualismo.
Este complejo nos engaña, nos hace pensar que ellos sufren de ideas nuevas o simplemente sienten emociones novedosas, tal vez producto de una “aceleración” en su cuerpo o en sus vidas íntegramente.
Por el lado de los adultos viven sin necesidad de contagiarse de amigos pues éstos les resultan según ellos “imposibles” por los horarios laborales y estuiantiles… ellos mudos caen en la irrespetosa cadena que comienza con su familia y luego las responsabilidades que ofrece el trabajar por un sueldo para así sustentar a los seres primeros. El hombre adulto es solo una cuestión de no amar lo que hace, buscando un bienestar cada vez mejor pero a la vez inspirado por las necesidades permanentemente renovadas de las nuevas ofertas mercantiles y los bienes de lujo que el mismo desee comprar. En fin… el factor dinero hace que el hombre se encierre en su propio problema de tiempo-espacio-afectos-trabajo el cual regula sus frustraciones o felicidades en base a cuanto haga feliz a su familia después de haberla sustentado económicamente mediante el trabajo y con solo así leyéndose se torna tedioso.
En fin, el hombre de cuarenta años Escribe y trata de hacer lo mismo que hace un poeta, lo mismo que hace un niño que cursa la primaria con todas las expectativas de que es un gran compositor de oraciones.
No he conocido poetas que quisieron hacer de sus personajes seres personificables en alguno de sus lectores. Es más, nunca he conocido un poeta, El miedo que le tengan a la gente tal vez sea la máxima crudeza antinatural que he comprendido en mi vida. Hablan de sentimientos y de amores… ¡y de frustraciones!
El mundo romántico pareciese irse de los cabales tres siglos después de haber alcanzado el esplendor con quienes pudieron hacerlo. El poder llorar desconsoladamente sin necesidad alguna será algo propio de la posteriedad de ahora en más.
Puédase imaginarme a mi en el pórtico de mi casa llegando después de un viaje a la misma. Capacitando acerca de una canción en la cual, un afecto mío, me comentó su sentimiento de cercanía a este artista y a su obra versada. Sigo hasta el día de hoy pensando que tal vez aquel genio que en 150 páginas critica a una porción de la modernidad local no lo hizo por el hecho de alertarnos por el desperdicio que le causábamos a la vida misma, sinó que su motivo era reírse del lector promedio al hallarse con el puño y letra de un hombre que refleja nuestra ineptitud.
Lo mismo sucede conmigo.
¡Ahora no quiero contarles un carajo!